Te explicamos el concepto diversificación con un ejemplo: cómo podrían invertirse 5.000 € en acciones. Diversificar en mayor o menor medida tendrá consecuencias sobre el riesgo que asumimos en cada decisión de inversión.
Ejemplo 1, sin diversificar:
Invertimos los 5.000 € en acciones de una misma empresa
Por ejemplo, invertimos los 5.000 € en la empresa de la marca de nuestro coche. Esta decisión implica que nuestra rentabilidad dependerá exclusivamente de la evolución de esa empresa. Es decir, si la empresa va bien, vende muchos automóviles, no tiene escándalos y saca nuevos modelos, es probable que el valor de las acciones tienda a subir, y en ese caso tendremos ganancias. Pero en caso de que las previsiones de ventas de la empresa sean malas, tenga problemas de reputación —o simplemente el mercado considere que las acciones son caras—, bajarán de precio y perderemos parte de nuestro dinero. Asumimos un elevado riesgo.
Ejemplo 2, diversificando:
Decidimos invertir nuestros 5.000 € en distintas empresas
En este caso, invertimos los 5.000 € no en una empresa sino en varias. De esta forma, nuestra rentabilidad dependerá del promedio de todas ellas y no solo de la evolución de una sola empresa. Siguiendo con el ejemplo, ocurre que la empresa que produce nuestro coche no tiene modelos eléctricos y el mercado considera que el futuro está en otras marcas. Si hubiéramos invertido también en esas marcas, el riesgo de que nuestra inversión bajara sería más reducido, ya que si una parte de las empresas baja, se compensa con las que suben.
Aunque en este ejemplo simple solo hemos tenido en cuenta un único sector, sería muy recomendable que la diversificación fuera más allá, por ejemplo invirtiendo en empresas de varios sectores o de otras zonas geográficas.
“No pongas todos los huevos en la misma cesta”
La sabiduría popular nos dice “no pongas todos los huevos en la misma cesta”, y es exactamente lo que ocurre con nuestras inversiones. Si hemos invertido en una cesta de empresas de automoción y sucede que ese sector se ve perjudicado por las malas perspectivas de ventas para los próximos años, nuestra cartera de acciones perderá valor. En cambio, si hubiéramos invertido también en acciones de empresas de tecnología o en empresas que se dedican a la energía verde, nuestro riesgo derivado de una mala noticia en uno de los sectores que forman nuestra cartera no afectaría al resto.
A largo plazo, una inversión diversificada conlleva menos riesgo
A largo plazo los mercados suelen tener rentabilidades positivas, por lo que si invertimos de forma diversificada a varios años las probabilidades de perder capital se reducen. Por eso no debemos invertir con riesgo el dinero que vayamos a necesitar a corto plazo.
¿Cuál es tu perfil como inversor?
Para poder definir qué tipo de inversión te conviene debes conocer tu perfil como inversor. Piensa en diferentes aspectos a tener en cuenta:
- ¿Qué pérdidas estás dispuesto a asumir? Es decir: ¿qué perfil de riesgo tienes? Invierte de forma que puedas dormir tranquilo. Hay personas que valoran más la seguridad que el rendimiento, y otras a las que no les importa tanto sentirse seguros como obtener la máxima rentabilidad potencial. De todas formas, a mayor diversificación, mayor estabilidad general de nuestra cartera.
- ¿Cuándo vas a necesitar el dinero invertido? Define el horizonte temporal de tu inversión. No es lo mismo una inversión a un año que a 20; a 20 años nos podemos permitir un nivel de riesgo mayor.
- No inviertas en productos que no entiendas. Cuando te ofrezcan algo que no entiendas, pregunta las veces que sea necesario. Si aun así no lo ves claro, no asumas el riesgo.
- No pierdas de vista cuál es tu patrimonio. Por ejemplo, si vamos a invertir 10.000 € y tenemos un patrimonio de 100.000 €, es posible asumir más riesgos que si nuestro patrimonio total es de 15.000 €. Obviamente, nos afectarán menos las posibles pérdidas.
Una vez definido tu perfil inversor, podrás decidirte por el tipo de inversión que más te conviene. Actualmente, una forma sencilla y habitual de diversificar es invertir a través de fondos de inversión.
Los fondos de inversión
Los fondos de inversión engloban las aportaciones realizadas por distintas personas que confían la gestión de su dinero a un gestor profesional que toma las decisiones de inversión teniendo en cuenta unos criterios (tiempo, riesgo, sector de inversión, etc.).
Es una forma habitual de diversificar, pues nosotros contratamos un producto y este es el que se encarga de invertir en diferentes activos y, por tanto, quien se encarga de diversificar.
Si quieres saber más sobre fondos de inversión, tienes más información en este artículo.