Los contenidos sensibles, como direcciones o contraseñas, pueden quedar almacenados o ser reutilizados.

Algunas aplicaciones de IA te permiten "desactivar el historial de chat" o "no almacenar en la memoria" las búsquedas que realizas. Así, tus preguntas no se usan para entrenar o mejorar a la inteligencia artificial.

Si usas la IA para creación de contenidos, recuerda que contrastar con fuentes fiables resulta fundamental.

Si quieres generar una imagen o subir un archivo, revisa que no contengan información privada como, por ejemplo, nombres, direcciones o matrículas.

Una cuenta en una plataforma de IA también puede ser un objetivo para atacantes. Protégela con una contraseña robusta diferente de cualquier otra y activa el segundo factor de autenticación para más seguridad.

A veces aceptamos extensiones sin mirar qué implican. Ten en cuenta que muchas pueden acceder a tu correo, calendario, fotos o archivos, etc. Revisa los permisos de las extensiones antes de instalarlas.

Conocer bien las políticas de privacidad te permite tomar decisiones informadas sobre los datos compartidos.