El fraude telefónico es un tipo de estafa que se realiza mediante llamadas telefónicas y tiene como objetivo engañar a la víctima para conseguir información confidencial que posteriormente se usará para defraudarla (como pueden ser datos personales o de acceso a la banca online). También es posible que durante la llamada insten a la víctima a hacer un pago por unos supuestos servicios prestados. 

¿Cómo funciona el fraude telefónico?

Habitualmente se recibe la llamada de una persona que se hace pasar por un empleado del banco, un técnico de una compañía informática, un operador de telefonía o una empresa de inversiones que informa sobre un asunto de interés. En el caso, por ejemplo, del empleado del banco, puede informar de un movimiento cargado en su tarjeta o cuenta que es sospechoso de ser fraudulento. Otro ejemplo, en el caso del técnico de una compañía informática, puede ser la detección centralizada de la infección por un virus informático del ordenador de la víctima.
Con diferentes pretextos y siempre tratando de generar un clima de confianza, urgen a la víctima a hacer un pago por los servicios prestados, o bien a facilitar datos confidenciales (contraseñas, códigos, etc.) para hacer, en teoría, una serie de comprobaciones. Estas supuestas comprobaciones no son tales, sino que están usando toda la información facilitada por la víctima para poderla defraudar.

¿Qué medidas hay que adoptar?

Delante cualquier llamada telefónica (aunque provenga de un número de teléfono aparentemente legítimo) en la que se informa sobre un asunto poco habitual en la que se solicitan datos personales y/o bancarios, o bien realizar un pago, siempre se ha de desconfiar y, por supuesto, nunca facilitar ningún dato ni hacer ningún pago. Hay que tener en cuenta que los ciberdelincuentes pueden usar técnicas de engaño avanzadas para ocultar su número de teléfono detrás de un número de teléfono legítimo. 
En caso de que se lleguen a facilitar datos o se tenga la sospecha de que puede tratarse de un caso de fraude, hay que informar inmediatamente a su gestor CaixaBank (si no está operativo, puede llamar al teléfono 24 h de Atención al Cliente: 93 887 25 25/900 40 40 90 o si estás en el extranjero el +34 938 87 25 25) e interponer una denuncia policial con todos los datos que se hayan podido recopilar durante la llamada (por ejemplo, número de teléfono, nombre de la persona que llama, mensaje transmitido para  intentar caer en el fraude, etc.).