Esta posición facilita que la sangre, el vómito o cualquier secreción salga libremente al exterior por la boca evitando posibles obstrucciones en las vías de respiración, ahora bien, en casos de accidente de circulación conviene tener presente que el herido no se debe mover si no es estrictamente necesario.
Mientras se asegura que la cabeza del herido mantiene la posición eje cabeza-cuello-tronco, la persona que auxilia se coloca de rodillas junto al paciente y le extiende el brazo por encima de la cabeza quedando en posición como si estuviera levantando el brazo.
A continuación se coloca la mano del otro brazo sobre el hombro del brazo que se ha extendido.
Estando las piernas estiradas, se flexiona la pierna del brazo que está sobre el pecho del herido y se procede a girarlo en bloque hacia la persona que auxilia, hasta que la parte abdominal del herido queda apoyada sobre los muslos del reanimador y queda en una posición de elevada inclinación hacia el suelo.
Se comprobará su respiración cada 2 o 3 minutos.